Hablemos de la historia del helado. Según algún documento sabemos que los segadores de la antigua Palestina de los segadores que ofrecían refrescos que hacían de nieve comprimida, la habían sacado de las montañas libanesas y la habían almacenado en recipientes especiales para conservarla todo el verano. Cleopatra incluso les ofreció a César y Antonio esta “bebida” en copas de plata cuando se conocieron. Entonces, aparece en Roma la primera receta de helado, aunque era como un granizado. El brebaje no solo era popular entre la aristocracia, sino también entre las personas a las que los vendedores ambulantes les proporcionaban el sabroso.
Durante la caída del imperio romano, muchas de las costumbres y los manjares desaparecieron, también los sabrosos congelados.
También debemos mirar a los árabes para seguir la historia del helado. Dieron el primer salto al producir jugos de frutas congelados colocándolos en recipientes que rodeaban hielo triturado. Esta era una forma más ligera del helado, y lo llamaban "sorbete".
En el norte de Europa, los cruzados trajeron el sorbete árabe que lo habían conocido durante su tiempo en Tierra Santa. Hay un rumor de que el refrescante La mezcla fue enviada por el gallardo Saladino cuando Corazón de León supo que Ricardo padecía fiebre.